Desde abajo y a la izquierda

Así se titula el libro de María Teresa Cervantes Loredo, educadora popular, activista comprometida con los movimientos sociales desde los años 70 y actualmente maestra jubilada de la Universidad Autónoma de Nuevo León.


En esta obra publicada en el año 2010, la compañera nos comparte una serie de historias, cuentos y poemas que se fueron construyendo a lo largo de su vida militante en pos de una revolución a favor de los más pobres.

Influenciada por la Teología de la Liberación, esta gran mujer regiomontana es también impulsora de la Educación Popular, fundadora de las Comunidades Eclesiales de Base;  solidaria y sin protagonismos, siempre ha estado presente en las marchas, en los talleres de formación, en las asambleas, en los barrios... 

Los relatos de este libro podrían ser fotografías de la realidad política y social del México moderno. Son tan importantes estas memorias en la actualidad para entender nuestro pasado como país que pretende ser democrático. Incluso para entender de dónde viene, de donde radica la violencia que actualmente vivimos y quiénes son los principales generadores de ella. Es escalofriante saber que es el mismo gobierno el que ha generado múltiples masacres, represiones y desapariciones. Maestros, ferrocarrileros, campesinos, ejemplos de lucha por democracia sindical, ya habían sido víctimas de este autoritarismo. Un régimen que actuaba como dictadura y tenía como principal enemigo a los estudiantes, declarados como principal "amenaza de Estado", que ironía saber que mientras funcionarios desaparecian a jóvenes idealistas, al mismo tiempo formaba estructuras de delicuentes que después se habrían convertido en empresas criminales poderosas, ahora conocidas como cárteles.

Esa misma represión provocó el despertar de conciencia de miles de jóvenes. Así lo cuenta en su libro mi amiga Tere: 


Ingresé a la preparatoria 7 de la UANL en septiembre de 1968 en pleno movimiento universitario de la UNAM. 

Pasó el 2 de octubre... Me enteraba de esos acontecimientos pero eran algo tan lejano a mí... Culpaba a los estudiantes por revoltosos y por flojos.

Había asimilado bien las ideas conservadoras de mi familia y del colegio católico en el que estudié primaria y secundaria.

En mayo de 1970, el candidato del PRI a la presidencia, Luis Echeverría Álvarez, visitó San Nicolás de los Garza como parte de su campaña política. Los estudiantes universitarios no estuvieron inactivos..

. El 2 de octubre del 68 no se olvidaba.

Mis compañeros se fueron a volantear. Me quedé sola para oír la clase -allá ellos" -pensé. A las 6 de la tarde salí del salón al tiempo que un helicóptero volaba encima del edificio, a poca altura. Unos muchachos llegaron corriendo y me alteraron: 

-¡No salgas! Están persiguiendo a todos los que ven con libros.

-¡Pero yo estaba en clase, no fui al mitin!

--Nosotros tampoco fuimos.

El maestro Fernando Murrieta nos recomendó esperar hasta que se fuera el helicóptero. Por fin se fue y yo también esa noche dormí tranquila.

Al día siguiente cuando llegué a la escuela noté un movimiento desacostumbrado: unos muchachos preparaban antorchas, otros volanteaban y otros escribían una manta en el salón, me sentí muy mal a ver qué mis compañeros estaban golpeados.

Me contaron lo que había pasado: a casi todos ellos los habían detenido la noche anterior en la plaza o en las calles cercanas a la prepa. La policía también había detenido a estudiantes de otras escuelas. Los hicieron subir a un autobús, al subir los golpeaban con macanas en las manos y en los pies, en la espinilla, en los hombros. Les dispararon gases lacrimógenos por las ventanillas. Cuando ya no cabían más los llevaron por carretera a Monclova y por el camino los fueron bajando de dos en dos; cada vez que bajaban a un par, sus captores hacían unos disparos al aire: a nadie hirieron pero hacían creer a los qué se quedaban en el autobús qué los estaban matando. Tuvieron que regresar caminando en la noche... También me contaron que sus padres fueron a la prepa y el maestro Murrieta los acompañó a buscarlos en las demarcaciones de policía y en las cruces. Todo eso mientras yo dormía tranquilamente. No podía creerlo pero ahí estaban con sus uñas aplastadas y sus moretones.

Se organizó una asamblea y se acordó asistir esa misma tarde a un meeting de repudio a Echeverría en la plaza Colegio Civil. Tomás, uno de mis compañeros, me preguntó:  ¿vas al meeting o te quedas en clase como siempre?

-Voy con ustedes, le respondí.

(...)

Creo que nunca más volví a dormir con aquella tranquilidad de la noche anterior.


"Desde abajo y a la izquierda" queda como testimonio auténtico de la vida inquieta de una luchadora social de Monterrey.

Como decía Bertolt Brecht: 

"Hay personas que luchan un día y son buenos. Hay otras que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay las que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles".


JoseLo.

A 2 de Febrero del 2022


Comentarios

  1. Gracias Pepe por esa presentación tan bonita, favor que me haces. Me da gusto que estés haciendo realidad el proyecto de tu Blog. Hay que difundirlo, sobre todo entre los jóvenes que son el remplazo de los que ya estamos con canas y achaques.

    ResponderEliminar
  2. María Teresa Cervantes tu libro refleja la historia k te toco vivir y k nunca has Sido ni sorda ni ciega y k siempre haz alzado la voz en repudio en contra de la clase del poder y en contra del capitalismo,del imperialismo k a invadida a.nuestra América Latina has Sido mi maestra en la organización popular y te agradezco tu ser solidario y compañera,amiga maestra,comadre y amiga desde k te conocí tu vida a dado mucho a nuestro estado y a nuestra nación

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Médico regiomontano da testimonio sobre la guerra en Gaza

Trabajadores de aplicación: sin derechos ni prestaciones.

La matanza de copreros en Acapulco